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7 días / 6 noches. Puedes ampliar o reducir los días. (consultar).
Desde Madrid (consultar resto de ciudades). Siempre salimos desde tu casa.
La diferencia entre Oro y Plata, viene dada por la categoría de los alojamientos y restaurantes. Hay una tercera opción para quién quiera viajes más tranquilos y sentirse como en casa. Un solo alojamiento para todo el viaje. Puede ser un hotel o un apartamento.
Aunque pensado para el invierno, por las buenas temperaturas que suele haber cerca del mar, este viaje se puede realizar en cualquier época del año.
Precios en temporada baja. En la temporada media los precios se verán incrementados un 5% y en temporada alta un 10%.
Se considera temporada media la semana de Semana Santa, del 15 de junio al 15 de julio y del 1 de septiembre al 15 de septiembre. Se considera temporada alta (del 15 de julio al 31 de agosto)
Los encantos de la costa cantábrica son muchos: playas increíbles, verdes montes y acantilados, buena comida y mucho que descubrir en este viaje que te llevará desde Asturias hasta el País Vasco, pasando por Cantabria.
Aquí descubrirás:
Considero que la mitad del éxito de un viaje reside en los alojamientos. Por eso siempre busco aquellos que te van a procurar la máxima satisfacción; entornos privilegiados, a ser posible con mucha historia detrás y con amplios espacios que te inviten al relax.
Escojo las habitaciones de categoría superior, que tienen las mejores vistas, una buena accesibilidad y una decoración que haga que te sientas como en casa.
Comemos en Restaurantes que se inspiran en la tradición para ofrecer una cocina contemporánea basada en los mejores productos locales de cada temporada.
También buscamos restaurantes con buenas ubicaciones y excelentes vistas.
En este viaje, vamos a probar la gastronomía asturiana, cántabra y vasca. Las tres muy emparentadas entre sí.
La cocina de Asturias tiene un gran componente de tradición y familia, ya que las mejores y más famosas recetas se transmiten de generación en generación en muchos de los restaurantes más típicos de Asturias.
En Cantabria, el mar y la montaña se unen para ofrecernos una gastronomía con materias primas de primera calidad. Probaremos las rabas, el cocido montañés, las anchoas de Santoña, el cocido lebaniego, los quesos, los sobaos y las quesadas. Sin olvidar los pescados y mariscos del cantábrico y las carnes de los valles pasiegos.
Y para finalizar, la cocina tradicional vasca, de sencilla elaboración, de gran arraigo popular y en la que los productos del mar son los protagonistas. Sin olvidar sus sabrosas carnes o los productos de la tierra como las alubias. Porrusalda, marmitako, bacalao al pil pil, kokotxas o una pantxineta de postre.
En esta primera etapa del viaje, con el Hotel Villa Rosario en Ribadesella como base, recorreremos las áreas urbanas más importantes del centro de Asturias:
Gijón. Aroma a sal, gaviotas, buen ambiente y un culín de sidra. Ciudad volcada al mar con un entorno verde repleto de parques y un casco histórico cuajado de sidrerías que nos recuerda su pasado marinero. Disfrutarás con el maravilloso paseo de la playa de San Lorenzo y el antiguo barrio de pescadores de Cimadevilla.
También visitaremos un Llagar donde veremos el proceso de elaboración de la sidra pasando por un minicurso para aprender a escanciar.
Avilés. Tiene uno de los cascos históricos más bonitos de Asturias con un entramado de calles de origen medieval, casi 4 km de soportales y edificios coloridos. También destaca la arquitectura contemporánea en el Centro Niemeyer
Oviedo. Ciudad acogedora y elegante, es un remanso de tranquilidad. Es la ciudad perfecta para caminar sin rumbo, aquí encontraremos una estatua en cada esquina. La Catedral con la Cámara Santa, es sin duda, una de las cosas que visitar en Oviedo.
En lo alto del Naranco encontraremos las joyas del Prerrománico asturiano Patrimonio de la Humanidad: Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo.
Entre Avilés y Gijón, se erige el “Paisaje Protegido del Cabo de Peñas”, paraje de extrema belleza natural y salvaje que se puede visitar a través de un camino delimitado por una pasarela de madera.
De visita obligatoria, es Covadonga, lugar único y emblemático que te dejará eterna huella. Destaca la Basílica de Covadonga y la Santa Cueva, lugar especial por la magia que irradia, que acoge la imagen de La Santina.
Todo un buen preámbulo de lo que vamos a encontrar justo al final de una preciosa carretera de montaña sembrada de miradores: los lagos de Covadonga.
De camino a Santander, haremos algunas paradas por los pueblos más bonitos de la costa Cantábrica, Llanes, San Vicente de la Barquera…
En la segunda etapa del viaje, con base en el Hotel Real, nos centraremos en Santander y su entorno.
Santander, asomada a una bella y amplia bahía, es una ciudad para sentirse en casa, relajarse y disfrutar descubriendo todo su atractivo, su belleza natural, la calidad humana de sus gentes, su vibrante vida cultural y su abundante oferta de ocio.
Pasearemos por la playa del Sardinero, visitaremos la península de la Magdalena y su palacio donde veraneaba Alfonso XIII, haremos un crucero en barco por la Bahía de Santander y callejearemos por el centro de la ciudad, sin olvidarnos del Centro Botín, última incorporación a los imprescindibles de Santander.
Santander, es un lugar ideal para visitar en cualquier época del año.
Recorreremos el Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Aquí la vida se desarrolla en el ambiente más natural posible para los animales que lo habitan. Lo más parecido a una experiencia en plena selva africana.
Andaremos por Santillana del Mar. Sus calles empedradas, sus casonas señoriales y su arquitectura medieval, hacen que cada rincón tenga un encanto especial. La Colegiata de Santa Juliana, es sin duda, su edificio más representativo.
Y por último, nos acercaremos a Santoña. Situado en la costa oriental, este pequeño pueblo, es conocido por su gran tradición marinera y la industria conservera, pero si hay algo que lo caracteriza, es la naturaleza, ya que se encuentra situado en pleno Parque Natural de las Marismas de Santoña.
De camino a San Sebastian, haremos una parada en Bilbao para recorrer una ciudad totalmente renovada y por supuesto, acercarnos al museo Guggenheim.
En esta tercera etapa del viaje, con base en San Sebastián, disfrutaremos de la ciudad y su litoral costero.
San Sebastián. Nada más llegar a San Sebastián la playa de La Concha te invita a un agradable paseo por sus orillas, incluso en invierno. La elegancia de su bahía, queda enmarcada por el monte Igueldo y la isla de Santa Clara.
La ciudad cuenta con otras dos bellas playas urbanas: puedes pasear desde la playa de la Zurriola, rodear el Monte Urgull por el Paseo Nuevo, y cruzar después toda la bahía terminando en la playa de Ondarreta. Allí te espera el Peine del Viento, impresionante conjunto escultórico de Chillida, que te hablará de la bravura del Cantábrico.
Descubriremos uno de los pueblos más bonitos del País Vasco, Hondarribia. Su pequeño y pintoresco núcleo urbano, su casco histórico amurallado, su antiguo barrio de pescadores, su impresionante gastronomía y su refrescante playa.
Nos acercaremos a Zarauz, localidad señorial, que vivió de la pesca hasta que fue descubierta para el turismo, tiene una cuidada y extensa playa bordeada por un fantástico paseo.
De Zarauz continuamos hacia Getaria por una preciosa carretera que bordea el mar, que nos deja además unas bellas vistas del famoso ratón de Getaria. Este pequeño pueblo marinero es célebre por su Txacolí, sus restaurantes donde se sigue haciendo los pescados a la parrilla en plena calle y por su gran iglesia gótica de San Salvador.