Aceptar el envejecimiento es una condición básica para la salud mental.
¿Qué quiere decir saber envejecer?
No sentirse víctima del paso del tiempo, admitir que es una evolución natural y que es absolutamente recomendable que el hecho de envejecer entre en nuestros planes y así poder envejecer con el ánimo adecuado.
Rosa Sallarés, después de toda una vida trabajando en una fábrica, aprendió la aventura de envejecer contra los tópicos desmotivadores y desmoralizadores para la gente de su edad.
Aprendió a nadar a los setenta años, y ya octogenaria participó en carreras de natación para la tercera edad y consiguió varios récords mundiales en su categoría.
Historias de vida que son un referente. Rosa sí que ha sabido aceptar el envejecimiento.
Soy un viejo. Ya no sirvo para nada.
El doctor Luis Rojas Marcos destaca que el 80% de las personas mayores de 70 años mantienen una vida activa y autosuficiente, y que hoy tenemos abundantes pruebas de que la vitalidad física, mental y social de las últimas décadas de existencia, no es tanto una cuestión de genes como del estilo de vida que elegimos. Y continúa:
El rechazo del envejecimiento va unido con frecuencia al mensaje “las personas mayores son diferentes”. O sea, que el paso de los años nos transforma en seres distintos al resto de los humanos.
El doctor Luis Rojas Marcos opina que “La sociedad occidental, no tiene en cuenta la capacidad de autonomía de las personas mayores, ignora su prudencia, su juicio y la experiencia adquirida con los años. Se equipara el paso del tiempo con el deterioro de las cualidades humanas más valiosas”
Miguel Delibes, cumplidos ya los 80 años, decía que cuando le pedían una entrevista, la solicitaba por escrito y la contestaba también por escrito:
Desconfío de mi fluidez mental, de mi memoria, de mi capacidad de responder a espetaperro.
Esto no es deterioro cognitivo o decadencia, sino lucidez y humildad.
Está demostrado que, con la edad, pueden disminuir ciertos aspectos de la inteligencia, sobre todo la rapidez para procesar información.
Pero cuando se les da a los viejos el tiempo necesario, resuelven también como los jóvenes las pruebas de capacidad cognitiva.
Calidad de vida en la vejez
Lo importante es sentirse capaz de pensar, de conservar la mente activa, dice el doctor Luis Rojas Marcos y añade:
“Numerosos estudios demuestran la relación positiva entre la calidad de vida en la vejez y la implicación con la vida.”
“Esta implicación, consiste concretamente en la interacción física y emocional con el entorno y la dedicación a tareas y actividades que estimulen y ejerciten tanto los órganos del cuerpo (sentidos, corazón, pulmones, músculos y articulaciones) como las facultades del alma (memoria, entendimiento y voluntad).”
En este sentido, internet, como instrumento de información, de comunicación y de estímulo mental, ofrece grandes posibilidades.
No hace falta escribir un tratado científico o ponerse a estudiar ruso. El Neurólogo Jordi Cervós aconseja que “basta con mantener activa la cabeza con actividades sencillas como preocuparse de las faenas del hogar, cuidar el jardín, ir al teatro o viajar de vez en cuando”
Otro neurólogo Nolasc Acarín, tiene tesis similares: “el ejercicio físico es importante, pero más es el ejercicio mental, sería importante que los mayores encontraran una ocupación cultural o una actividad que los mantuviera en contacto con los jóvenes en una obra social”
Cuidar la salud mental es básico para envejecer bien. Tener un envejecimiento activo te ayudará a conseguirlo y evitar el deterioro cognitivo.
Aceptar los cambios cuando envejeces.
Es indudable que la vejez comporta cambios físicos, sociales y psicológicos notables. También se producen adversidades como la muerte de seres queridos y las limitaciones físicas y sensoriales.
Las pérdidas que ocurren en el envejecimiento son un desafío que exige acciones para compensar esas pérdidas con ganancias (emociones positivas, sabiduría y profundidad de los sentimientos).
Envejecer bien significa aprender a valorar aspectos personales nuevos o poco valorados hasta entonces.
Aceptar las transformaciones ayuda a mantener la autoestima, a tener una actitud positiva hacia la propia edad, lo que influye en una longevidad saludable
Es importante Tener proyectos de vida en la vejez. Terminar un día con la idea de que al día siguiente uno tiene cosas importantes en la que debe implicarse.
Desde cuidar la casa, ver a los nietos, desplazarse para realizar una actividad, intentar organizar ese viaje que tanto deseas, hasta ver los proyectos e ilusiones que logran sus seres queridos.
La estabilidad emocional y bajos niveles de preocupación y obsesión por las cosas son características asociadas a vivir más años.
También es importante evitar caer en recuerdos dolorosos que empañen el presente y preocuparte por cosas que podrían no llegar a suceder, o que, simple y llanamente, no puedes controlar.
La gratitud, el perdón, la solidaridad, el altruismo, la alegría, entre otras, son emociones positivas que procuran experiencias agradables y de bienestar,
Te proporcionan sentimientos de paz interior.
Aceptar el envejecimiento supone todo esto.
La edad cronológica y la biológica. Clave en el envejecimiento.
Existen importantes diferencias entre personas con la misma edad. La edad cronológica (los años que tienes) y la biológica (es la edad de tu organismo y depende de la genética y del estilo de vida que lleves) no siempre coinciden.
Así, cuanto menor es la edad biológica y los marcadores inmunológicos son más parecidos a los de una persona joven, mayor es la probabilidad de vivir más años.
Como dice el gerontólogo norteamericano Howel: “La senectud no es una pendiente que todos bajen a la misma velocidad. Es un tramo de escalones irregulares por los que algunos se precipitan más que otros”
A envejecer se aprende.
Y tú ¿Has conseguido aceptar el evejecimiento?
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