La depresión en personas mayores es un importante problema de salud que afecta al desarrollo de la vida diaria. Prevenir la depresión, así como sus causas, síntomas y tratamiento, es el objetivo de este artículo.
Hay personas mayores que piensan que estar triste o deprimido es parte del envejecimiento, de modo que no lo toman en serio.
También hay mayores que no piden ayuda, porque a veces lo consideran una debilidad. Se sienten culpables y se avergüenzan de ello. Les cuesta admitir que están deprimidos.
Esto hace que, con frecuencia, no se reconozca y no se reciba tratamiento.
Indice
¿Qué es la depresión en las personas mayores?
A medida que se envejece, puede pasarse por muchos cambios, tales como la muerte de seres queridos, la jubilación, situaciones de la vida o problemas médicos.
Es normal sentirse inquieto, estresado o triste por esos cambios, pero después de adaptarse, la mayoría de las personas mayores vuelven a sentirse bien.
Pero la depresión no es algo natural o habitual en la etapa del envejecimiento, y por lo tanto, se le debe prestar atención para detectar a tiempo los posibles síntomas y poder actuar de la mejor forma posible.
La depresión es una enfermedad mental que afecta tanto a nivel físico como mental y emocional.
Es un trastorno que se caracteriza por sentimientos de tristeza, melancolía, frustración o ira, que afecta el comportamiento y estado de ánimo.
La depresión es una enfermedad mental que requiere de ayuda profesional para poder superarla correctamente, ya que afecta al día a día de la persona que la sufre, así como a sus seres queridos que no saben cómo pueden ayudar.
Pero, la depresión en ancianos es más grave de lo que puede parecer y se le debe prestar especial atención.

Durante la vejez suelen experimentarse sentimientos como la soledad, la tristeza o la apatía, como consecuencia de la situación y de la falta de atención y cuidado.
No obstante, no se deben pasar por alto las quejas que se escuchen por parte de la persona mayor, dado que una atención psicológica óptima es fundamental para tratar la depresión en personas mayores.
Además, existen algunas condiciones como la insuficiencia cardíaca, el Alzheimer o el Parkinson, que pueden contribuir a la aparición de la depresión en el adulto mayor
Causas de la depresión en personas mayores
Algunas personas mayores tienen más probabilidades de estar deprimidos que otras. Entre las que tienen más probabilidades están:
- Las que no están casadas.
- Los mayores que han perdido a su pareja.
- Las mujeres mayores.
- Aquellos que no tienen amigos o familiares que puedan apoyarlos.
- Aquellos que tienen alguna enfermedad.
En los ancianos, los cambios en la vida pueden incrementar el riesgo de depresión o hacer que la depresión existente empeore. Algunos de estos cambios son:
- Cambios de residencia, como por ejemplo a un centro de la tercera edad.
- Aislamiento social y soledad.
- Dolor o padecimiento crónico.
- Problemas con los hijos.
- Desaparición del cónyuge y amigos cercanos.
- Pérdida de la independencia, necesidad de ayuda para moverse o realizar las actividades de la vida diaria, o ya no poder conducir.
La depresión también puede estar relacionada con alguna enfermedad como:
- Dolor crónico.
- Parkinson.
- Fractura de cadera.
- Enfermedades del corazón.
- Cáncer.
- Accidente cerebrovascular, Ictus.
- Demencia senil o Alzheimer.
Se estima que cerca del 25 % de los pacientes con dos o más patologías presenta cuadros de depresión.
El consumo excesivo de determinados medicamentos como los somníferos y antidepresivos puede empeorar la depresión.

Síntomas de la depresión en los mayores
Los síntomas de depresión en las personas mayores pueden ser menos evidentes que en otros grupos de edad, incluso llegar a pasar desapercibidos hasta confundirse con procesos comunes de la etapa del envejecimiento.
Conocer todas las señales que llevan a esta enfermedad mental es muy importante:
- Cambios en el apetito o el peso, sin proponérselos.
- Descenso de la autoestima y de la confianza en uno mismo.
- Sentirse inquieto o irritable, mal humor.
- Problemas para tomar decisiones.
- Dejar de ver a los amigos.
- Tristeza, desánimo y melancolía.
- Dificultad para conciliar el sueño o insomnio.
- Pesimismo.
- Dejar de hacer cosas. Pérdida de interés o placer en las actividades.
- Problemas digestivos, dolor de cabeza, etc.
- Cambios en el estado de ánimo.
- Sensación y sentimiento de insatisfacción con la vida.
- Sentimientos de culpa.
- Fatiga o tener menos energía, sentir que se mueve o habla más lentamente.
- Pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
En algunas personas mayores, la depresión puede pasar desapercibida y no diagnosticarse.
También puede detectarse erróneamente porque la tristeza no es su síntoma principal. Es importante saber cuáles son las señales y buscar ayuda si es necesario.
La depresión tiene muchos síntomas, incluso físicos. Si se tienen varios de los síntomas y duran por lo menos dos semanas, es posible que se tenga depresión.

Tipos de depresión
Hay varios tipos de depresión según la intensidad y duración de los síntomas.
- Depresión mayor: síntomas graves que afectan a la capacidad de dormir, concentrarse, comer y disfrutar de la vida.
- Trastorno depresivo persistente (distimia): síntomas de depresión no tan fuertes como los de la depresión mayor, pero que duran por mucho tiempo.
- Depresión menor: síntomas de depresión que no son tan fuertes como los de la depresión mayor o del trastorno depresivo persistente y que no duran mucho tiempo.
Cómo tratar la depresión en ancianos
En los adultos mayores, la depresión que no se trata puede durar años. Puede empeorar o causar otros problemas de salud física y mental. y también afectar a las relaciones personales.
El tratamiento de la depresión es fundamental e imprescindible para lograr superar esta enfermedad. En los casos más severos, es preciso el uso de medicamentos como antidepresivos o relajantes para complementar las terapias psicológicas.
La terapia psicológica ayuda al mayor para aprender a convivir con sus sentimientos y mejorar su nivel de bienestar emocional y mental.
Una atención psicológica óptima es fundamental para tratar la depresión en personas mayores.
A menudo la depresión se presenta junto con demencia, la cual es una pérdida de capacidades mentales que afecta la vida diaria. Los medicamentos para la depresión pueden ayudar a los adultos mayores con demencia.

Cómo prevenir la depresión en las personas mayores
Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la depresión es el trastorno afectivo más frecuente en ancianos. Por tanto, es importante prevenir la depresión en las personas mayores.
Es importante que las personas mayores se den cuenta de los cambios que experimentan a medida que envejecen y mantener una actitud saludable. Envejecer es una parte natural de la vida.
Una de las mejores cosas que se pueden hacer para prevenir la depresión es estar activo. Tener un envejecimiento activo ayuda a prevenir la depresión en los ancianos.
Cosas tan sencillas como caminar en compañía de otras personas o mantenerse en contacto con amigos y familiares ayudan a prevenir la depresión en la vejez.
Nueve consejos para prevenir la depresión en personas mayores
Apoyo de la familia para prevenir la depresión en la vejez
En esta etapa de la vida, la familia juega un papel fundamental en el día a día de la persona mayor.
En este sentido, resulta fundamental escucharlo y tratarlo con mucho cariño. En muchas ocasiones, la irritabilidad y el malhumor que surge en las personas mayores viene dada como forma de llamar la atención, reclamando cariño.
Es fundamental pasar tiempo con ellos y hacerles sentir que son alguien importante en la vida de la familia.

Evitar la soledad y mantener contacto con otras personas mayores
La sensación de soledad es una de las causas más comunes de depresión. Hay que intentar en la medida de lo posible que las personas mayores no pasen mucho tiempo solas para que no se sientan aisladas.
Visitarles a diario o animarle a que realicen actividades físicas o lúdicas con otras personas es una buena medida para que se mantengan sociables y activos.
Para evitar la depresión, es necesario, que la persona anciana mantenga relaciones sociales, ya que el aislamiento social es una de las causas primordiales de la depresión.
Realizar actividades de ocio para evitar la depresión
Para combatir los síntomas de la depresión, es muy aconsejable que el anciano participe en actividades de ocio, como talleres, manualidades, pasatiempos, ejercicios de memoria, es decir, cualquier actividad que favorezca su estimulación sensorial, emocional y mental.
Salir de la rutina reduce los efectos de la depresión en las personas mayores. Lo importante es la disposición que tengan para salir de su mundo, donde todo es conocido y no hay nada que les sorprenda.
Son muy recomendables las actividades con dinámica de grupos en las que se fomentan las emociones como talleres de risoterapia, terapia de baile o abrazoterapia.
En todas ellas, la persona mayor se sentirá positiva, aceptada y respetada, ayudándole a fomentar su independencia por medio de la expresión. Son actividades saludables que les permiten compartir distintas opiniones.
Mantener la actividad física en la vejez para vencer la depresión
Es una realidad que realizar ejercicio físico dos o tres veces a la semana, es beneficioso para la salud y para levantar el ánimo.
Y es que, al hacer deporte, el organismo se pone en marcha, activando músculos, huesos, articulaciones y órganos, además de liberar endorfinas y sentirnos relajados y con una agradable sensación de bienestar.
Debemos procurar que el ejercicio esté siempre adaptado a las capacidades del mayor.

Juegos al aire libre. Una buena terapia contra el desánimo en la vejez
Al igual que el ejercicio físico en el exterior, los juegos al aire libre fomentan un envejecimiento sano, ya que combinan parte de ejercicio físico y parte de juego. Por ejemplo, pasar la pelota, mejorar el equilibrio, juego con globos…
Cualquier juego de movimiento previene patologías que se acentúan con la edad como pueden ser la artrosis o artritis, además de incrementar la autoestima y fomentar nuevas relaciones.
Seguir una dieta saludable
La alimentación y una dieta equilibrada juegan un papel fundamental en la salud mental ya que, al igual que el resto del organismo, el cerebro también necesita recibir los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento.
La alimentación es importante para gozar de una buena salud física y también mental. Hay una serie de alimentos que, por sus componentes y propiedades, pueden prevenir la depresión en adultos mayores. Por ejemplo: el pescado azul, la avena, el arroz integral y la fruta rica en vitamina C como el kiwi y la naranja.
Una dieta saludable y nuestra beneficiosa dieta mediterránea son un buen antídoto para luchar contra los problemas de depresión y otras patologías que influyen en la salud de los mayores.
Viajar reduce la depresión de las personas mayores
Viajar quiere decir en esencia aprender, adquirir percepciones y memorias nuevas, estímulos nuevos, desafíos nuevos, costumbres nuevas.
Además, reciben de un modo placentero, un montón de información y por tanto de conocimiento que se queda almacenada en su cerebro. Viajar ayuda a mantener el cerebro activo.
Las personas mayores encuentran nuevas emociones cuando viajan. Esas emociones están ligadas a experiencias y vivencias del viaje, por lo que relacionan la emoción con el recuerdo. Cuando recuperan ese recuerdo, recuperan esa emoción.

Actividades cognitivas para evitar la depresión en los mayores
Los ejercicios cognitivos entrenan habilidades como la atención, orientación, lenguaje u otras funciones ejecutorias como planificar u organizar. Estos ejercicios mejoran la concentración en corto tiempo y lo mantienen activo.
Son ejercicios que refuerzan la capacidad mental de la persona mayor, ralentizan el proceso de deterioro del cerebro, aumentan la autoestima y autonomía personal, a la vez que reducen el estrés y evitan la depresión.
Ejercitar la memoria y prevenir el deterioro cognitivo es muy importante para mantener la lucidez y el cerebro activo.
Fomentar el sentido del humor ayuda a envejecer bien
El sentido del humor permite afrontar los problemas y desajustes de la vida con perspectiva y observar las cuestiones personales con cierta distancia.
Ayuda a entender que nada es tan importante como parece y combate la depresión en los mayores.
El humor es una forma de responder a determinados situaciones de la vida con un talante distinto que favorece las emociones positivas.
El humor ayuda a mejorar las relaciones sociales, a adaptarte a situaciones conflictivas y a tener una mejor comunicación. Las personas que han compartido situaciones divertidas o se han reído juntas, crean un vínculo que hace que se sientan más cercanas.
Todo esto hace que fomentar el sentido del humor es una de las mejores formas de luchar contra la depresión en los ancianos.

Yo no tengo una varita mágica para acabar con la depresión en las personas mayores, pero si puedo ayudarles a que experimenten el fuerte impacto positivo que viajar y vivir nuevas experiencias puede tener sobre su estado de ánimo.
Creo viajes para personas mayores y las acompaño. Desde 1 a 4 personas. Viajes tranquilos, flexibles, sin prisas, ni visitas a contra reloj.